Curaduría de curadurías: selecciones azarosas en  el cotidiano y el extraño 


 Semillero de curaduría UNAL


 Entrada libre del 29 de octubre al 21 de noviembre 


En lo azaroso de la calle encontramos la selección, y aunque no tiene ese nombre, aquí lo pensamos como curaduría. A partir de la intuición de que toda disposición — un ramo de flores, una canasta de juguetes, el lado caliente de una chaza — contiene una sensibilidad estética y una forma de pensamiento curatorial, nos acercamos a la chazaunal del señor Andrés, conversamos con doña Gloria en su puesto de flores en Paloquemao y pasamos algunas veces a ver a Karina, Víctor y Andrés en sus juguetes en el pulguero de la séptima. Entre pompón, margarita, chirosa, coquetas, pinocchios, lirios y estrellitas, o entre carros, barbies, cristalería, papitas, tintos, sombrillas y cigarrillos, descubrimos curadurías que ocurren en el gesto de quien acomoda, repite, mezcla, resuelve o improvisa entre baldes, carritos y canastas, entre el afecto y el azar. Todo ocurre a imágenes repetidas hasta volverse texturas que se juegan y observan entre lo cotidiano que se revela como un campo equidistante de selección, intervención y de afecto. Curaduría de Curadurías propone devolver al ojo común la posibilidad de ordenar, recomponer y curar el mundo desde el gesto más simple.