DESIERTOS TRABAJOS INCIERTOS

Silvia Villalba

15 de Noviembre a 6 de Diciembre, 2017

 

 

Camina y corre. No para

Sssssigue dando vueltas

Taca taca, traba, tapa, matraca, atrapa, tapa.

Llueve pasito, se agrandan las gotas a medida que anochece.

Yo miro llover y en las gotas se reflejan mis gafas.

Ahí viene, camina. Se ve borrosa.

Es otra persona.

No, ¿da vuelta?

¿Qué hace, a qué vino?

Entre más se acerca más nítida, más nítida se vuelve.

Pero si soy yo, soy Silvia,

es Silvia dando vueltas, girando.

Ella gira en la silla.

Y hay más personas, las veo en las ventanas.

 

Todos

gravitan,

todos giran,

todos vuelven la mirada.

 

Llueve duro.

No para.

No hay nadie.

Los objetos se confunden con el agua,

se insertan,

se des-terran,

se destierran,

se derriten.

Una puntilla se clava en la imagen

No la deja ver

La traba, traca, la tapa, la trabaja, la atraca.

La traba

 

Estaba sentada en la oficina, llegó la puntilla,

¿dónde está el martillo, niña,

digo señora,

digo señorita,

tirita, irrita,

pirita

chiquita, chiquitica,

oficinita,

oficina.

 

Llueve, no.

Diluvia. Llueve duro.

Muévete, corre.

No dudes, mira,

mira fijo,

mira nítido

no te confundas.

 

Hay cosas,

hay ventanas, hay sillas

parecen borrosas.

Son cerrojos, son líneas.

Rómpelas con la lluvia, inúndalas.

 

Ahora vienen, ahora me hablan,

son varias personas

Cada una camina.

Y su ritmo, su ritmo lento,

se miran a través de ventanas.

Las abren.

 

Se reflejan en los vidrios, son ellos

¿Somos?

Somos nosotros.