EL HUECO QUE DEJA EL DIABLO*

(Capítulo 1)

 

Marzo 26 a Abril 18 de 2014,

Sala de Proyectos, Universidad de los Andes

 

En uno de los cerros tutelares se instalaron tres cruces para sacar al diablo que gobernaba la ciudad. El efecto fue el contrario: en vez de expulsarlo, lo atraparon. Una ciudad gobernada por el diablo, es una liderada por fuerzas oscuras, que en este caso se le podría atribuir el haber convertido a Cali en tierra fértil para el narcotráfico, la corrupción, y sobre todo para la fiesta y los excesos. O al menos, eso es lo que se oye decir.

 

En los años setenta, se difundió a través del cine local la noción de Gótico-Tropical, y también los dibujantes y fotógrafos del grupo de Cali hacían imágenes sombrías de una ciudad aporreada por el sol. Lo ominoso y lo tenebroso, siempre ha estado por allí rondando entre la producción artística local, ya sea a través de artistas que hacen alusión de manera explícita a los efectos de ese gobierno del diablo en la ciudad (narcotráfico, etc), o porque señalan esas “fuerzas oscuras” de una manera más ambigua y oblicua.

 

“El diablo también se equivoca” (se lee en la novela El Hueco que Deja el Diablo de Alexander Kluge); y precisamente esta exposición busca poner juntos trabajos que se ubican en esa fisura: no tienen que ver con los efectos del demonio, sino más bien con todo lo que a este se le escapa. Se trata de artistas que, en un contexto lleno de ruido coyuntural, se centran en la materia, en el silencio, y en el gesto mínimo y cotidiano.

 

No retoman el gótico tropical, no hablan del terror de clima caliente, no hay vampiros ni mitos tropicales, ni tampoco usan coca y hojas de coca para hablar de la coca. Lo que sí conservan de una cierta tradición caleña, es el interés y la insistencia de trabajar con y en la calle y sus escombros. Recogen “basuritas” y se las llevan para la casa, las lijan, les hacen muescas, las juntan; como alguien que recoge a un animal callejero, lo acaricia, pasa un tiempo con él y le provee cuidados, sólo para luego devolverlo de nuevo a la calle.

 

El Hueco que Deja el Diablo es un proyecto editorial compuesto por fascículos coleccionables que circulan con la revista Arteria entre 2013 y 2014. En cada fascículo se presenta la obra de un artista, y con cada uno de ellos la curadora asume un rol distinto y una manera distinta de proponer relaciones entre la obra y los textos que la acompañan.

 

 

Ericka Florez

 

 

*Proyecto concebido como plataforma de itinerancia del proyecto Desde el Malestar, curaduría que hizo parte de los 14 Salones Regionales de Artistas, zona pacífico.